Hoy, como cada 25 de noviembre desde 1999, se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Día en homenaje también a las hermanas Mirabal.
La violencia contra la mujer engloba todo aquello que sea considerado un acto violento que pueda generar daño físico, psicológico y/o sexual hacia la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada, e incluida la violencia doméstica, los delitos cometidos por cuestiones de honor, los crímenes pasionales, la trata de mujeres y niñas, las prácticas tradicionales nocivas para la mujer, incluida la mutilación genital femenina, el matrimonio precoz y forzado, el infanticidio de niñas, los actos de violencia y los asesinatos relacionados con la dote, los ataques con ácido y la violencia relacionada con la explotación sexual comercial y con la explotación económica.
La raíz de ésto se origina en uno de los tipos de sexismos predominantes aún en nuestros días: el machismo.
Vivimos en una sociedad cuya cultura ha creado determinados modelos de conductas para la mujer y el hombre, donde claramente se imponen parámetros de como se debe comportar un chico y una chica. Por ejemplo, el hombre siempre debe ser fuerte, mientras que la mujer debe ser débil; el hombre debe mandar, mientras que la mujer debe obedecer; el hombre trabaja en la calle, y la mujer trabaja dentro de la casa; entre muchos otros modelos sexistas por los que lastimosamente muchas personas se continúan rigiendo...
Pero éso no es todo. Leyendo en Wikipedia sobre éste día, obtuve datos a nivel macro sobre ésta problemática.
- En el mundo, una de cada cuatro mujeres ha sido violada en algún momento de su vida.
- Dependiendo del país, entre una y tres de cada cuatro mujeres son maltratadas físicamente en sus hogares de forma habitual.
- Cerca de 120 millones de mujeres han padecido mutilaciones genitales.
- Las violaciones han devastado mujeres, niñas y familias en los recientes conflictos en Ruanda, Camboya, Liberia, Somalia, Uganda y en la antigua Yugoslavia.
Pero ¿qué podemos hacer para acabar con todo ésto? Si bien, gran parte de la solución está en manos de los medios de comunicación, en casa nosotros podemos comenzar con nuestro aporte:
No te quedes con la boca cerrada ¡Denuncia! |
Educación: Creo que es la más importante. Desde chic@s a much@s se nos cría bajo los modelos machistas que nuestras sociedades han fomentado desde tiempos remotos. Lo ideal sería educar a nuestros hijos bajo un consenso de verdadera igualdad para así acabar con ésta aberrante costumbre. Para quienes ya es tarde, cambiar es su opción más viable.
Vocabulario: Un tema ligado a la educación. Es común que en nuestro vocabulario existan expresiones altamente sexistas. Analizar lo que decimos, cómo lo decimos y cuándo lo decimos es de vital importancia. Utilizar palabras machistas es una forma de discriminar. Acá se incluye el acoso sexual verbal al que se ven diariamente afectadas las mujeres en la calle.
Denunciar: No te quedes callad@ cuando sepas que alguien está siendo víctima de la violencia. Denuncia el caso para que se haga justicia. Recuerda: si nada dijiste, cómplice fuiste.
Como un aporte adicional, les dejo ésta presentación informativa hecha por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) sobre la violencia contra la mujer.
Sin importar tu género, raza, sexualidad, recuerda siempre decirle NO a la violencia, en especial a aquella que lo hace por razones de discriminación. No apoyes el sexismo, no apoyes la desigualdad. Todos y todas somos iguales, y por ende merecemos un trato igualitario. Denuncia y educa.
Y no solo a la mujer, también recordemos la infinidad de esposas que le pegan a los esposos xD La cuestión esta en respetarnos a TODOS por igual.
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